domingo, 30 de agosto de 2009

Algo más que pan y circo (por Juan D`Eramo)

Durante este mes de agosto, el gobierno de Cristina Fernández ha recuperado iniciativas y espacios políticos que parecían perdidos por tiempo, si no largo, por lo menos indeterminado, luego de las alicaídas elecciones del 28 de junio y el triunfalismo mediático de la derecha. A partir de la sacudida dada Clarín con el golpe que significó el nuevo contrato de la AFA con el Estado para la televisación abierta y gratuita del fútbol profesional de primera división, y de la bajada de pulgar que representó para los ruralistas la sanción legislativa de las facultades extraordinarias delegadas al gobierno nacional, se reabrió el debate sobre el lugar del Estado en la sociedad y el mercado.

Ambas medidas son tomadas en un momento clave de la pugna política actual entre el gobierno K y el bloque oligárquico-mediático, en torno al papel regulador del Estado. Con la pérdida de bancas en el Congreso, el fracaso de la mesa de diálogo propuesta por el gobierno nacional para llegar a acuerdos con la oposición, y la constante agresividad de los medios de comunicación, los sectores liberales consideraron terminada una fase negativa para su enriquecimiento indiscriminado y sus relaciones carnales con los países centrales. Creyeron que cosecharían fácilmente las ideas de autoritarismo e ineficacia gubernamental plantadas en la tierra fértil de la opinión pública durante el conflicto del campo en 2008, las cuales habrían acelerado su germinación durante la crisis financiera mundial de este año. Pero, por suerte, los propietarios no están cosechando lo que esperaban.

Frente a la política kirchnerista de estos últimos 6 años, de fortalecimiento de los mecanismos estatales para el control y equilibrio del mercado y de desarrollo de la política pública en busca del bienestar social, estos sectores retardatarios han querido reflotar convenientemente las visiones del Estado chico y terciarizador, gestor de buenos negocios privados, protector de las finanzas libres y difusor de la economía concentrada en cualquier lugar menos en el Estado y el pueblo.

Esta visión es la que ha prevalecido durante los ’90, contrarrestada en tiempos recientes por el kirchnerismo pero que hoy los medios vuelven a instalar subrepticiamente en la opinión pública. En estos días es común escuchar el eco de análisis y juicios extraídos de la biblia cívica del ciudadano porteño gorila, escrita desde el ’55 y constantemente renovada por los intelectuales de la derecha golpista y liberal, la cual pregona la ineficacia del Estado para manejar y/o dirigir los fondos de cualquier empresa pública, divulgando la idea del buen negociante particular que exporta sin importar, que gana mucho gastando poco e invirtiendo menos. Su dios y su fe, el mercado internacional obviamente, siempre mejor que el terrenal mercado doméstico. Sus demonios, el pueblo organizado, el pensamiento nacional, el proteccionismo, en una palabra, el innombrable peronismo. A pesar de las opiniones de mayor o menor complejidad religiosa al respecto, esta es la plataforma ideológica, el telón de fondo que tiñe cualquier posición contra el Estado regulador. Es esta base la que los medios, ocultamente, utilizan en sus críticas a la supuesta desinteligencia e inoperancia del aparato estatal en cuestiones de obra pública, servicios y hasta seguridad, la que los ruralistas utilizan para achacar cualquier intento de intervención estatal que, fuera de la política de subsidios que exigen constantemente, regule la comercialización de los productos agrarios.

Es frente a esta postura que sale el gobierno a tomar cartas ganadoras. Cuando parecía que los discursos construidos por los Kirchner perdían fuerza ante los atropellos de la des-información mediática y los tractores del campo, se sacan en una semana dos medidas que congelan a los opositores y replantean el debate en nuevos términos, ya no sólo discursivos sino también concretos.

Con la “expropiación de la televisación del fútbol” el gobierno logra un doble objetivo: primero, romper con el mayor negocio mediático de la Argentina, retenido monopólicamente por una sola empresa, Torneos y Competencias, abriendo nuevos horizontes de gestión y organización que todavía están en desarrollo pero permiten hacerse ilusiones con la televisación pública del deporte; y segundo, le da un golpe político al grupo Clarín que le cuesta, además del 60% de sus ingresos, una pérdida de posicionamiento en el plano discursivo, ya que al identificarse como el gran defensor de la libertad de información y comunicación, no tiene como criticar una medida popular sin dejar al descubierto su interés monopólico frente a la sociedad.

Prácticamente al mismo tiempo, la aprobación de las facultades extraordinarias en el Congreso le dio aire al gobierno para seguir definiendo el Estado que se quiere construir, cuya función principal se pretende que sea el logro del bienestar del pueblo en base a la igualdad de oportunidades, la redistribución de la riqueza, y el estímulo al empleo. Con la posibilidad de tomar decisiones de forma discrecional, el gobierno renueva una herramienta fundamental para fijar límites al poder económico parasitario de la Argentina. En este sentido, redirigir el monto y el curso de las retenciones como parte de las facultades delegadas, se vuelve primordial para poder devolver en educación, salud, cultura, infraestructura, etc., algo de lo que cada ciudadano aporta diariamente con su esfuerzo y trabajo en el lugar que sea. No para ir en detrimento de los sectores propietarios ya de por sí favorecidos enormemente por el sistema rentístico y el tipo de cambio mantenido por el Estado, sino en beneficio de la sociedad entera como colectivo nacional.

En tanto medidas que avanzan hacia puntos diferentes, lo que debemos visualizar bien es la raíz común de la que parten ambas: la recuperación para la sociedad de bienes, el fútbol en el plano simbólico y el producto extraordinario de nuestra tierra en el plano económico -a partir de las facultades delegadas al gobierno nacional-, que empresas o particulares concentraban y usufructuaban indiscriminadamente, a costa de los derechos de todos los argentinos de disfrutar de ambos. La simpleza de esta básica y fundamental consigna no debe imposibilitar ver la espectacularidad real que reviste esta reapropiación de bienes para nuestro país y el robustecimiento del Estado como mecanismo regulador y equilibrador en el plano social y económico.

Es tan fenomenal el impacto de estas medidas, que los grupos sociales y económicos que se ven afectados por éstas han llegado a comparar las acciones llevadas a cabo por el gobierno nacional con la política de “pan y circo” de los emperadores romanos. A través de sus lacayos intelectuales, explican como Cristina y Néstor, en su afán de poder personal, le dan fútbol gratis al llano y redistribuyen rentas ajenas en despilfarradoras políticas de desarrollo social para ganarse la simpatía del pueblo y regenerar lazos clientelares, tal como hizo Julio César para acomodarse en el poder a fines del siglo I A.C, ganándose a ese populacho ignorante pero mayoritario de la Roma antigua, con gladiadores en el Coliseo y reparto gratuito de granos. Les falta decir solamente cuál es el Coliseo local, si la Bombonera o el Monumental. Comparaciones falaces e infamias tales se pueden escuchar en la televisión de hoy o peor aún, en una clase universitaria –donde se supone que queda algo de criterio para emitir opiniones, ¿o no?-. Esta impresentable comparación histórica, que tomamos como ejemplo entre otras tantas formas de descalificación, tiene como fin distorsionar los actores en pugna y los intereses comprometidos en ella, denostando al gobierno a partir de la supuesta demagogia implementada para ganar apoyo político en la sociedad. No obstante, lo que realmente hace es denigrar a esa misma sociedad de la que los dueños de la tierra quieren ser representantes sin ponerse del lado de los que la trabajan, denigrando también a todos aquellos que creemos que vale la pena trabajar por la felicidad del pueblo con un Estado al servicio de ese principio. Para no caer en la trampa de la derecha, cuyas críticas soberbias buscan en última instancia rebatir el debate sobre el papel del Estado, no debemos cegarnos ante todas las dificultades que se avecinan para la organización y optimización de los dos proyectos, ya que sólo con éxitos concretos y transparentes descartaremos estas opiniones de poca utilidad pero de fácil consumo.

Mientras tanto, ante estos ataques provenientes del antiperonismo profundo de las clases acomodadas argentinas, el retruco verdadero al “pan y circo” pasa por lograr el apoyo masivo de la sociedad, convenciendo a cada persona, a cada amigo y conocido, de la importancia de estas medidas trascendentales para la vida política de nuestro país. Debemos explicar que es algo más que fútbol gratis y poderes para cobrar impuestos, que con estas acciones fortaleceremos la joven democracia argentina, dando un paso más en el proceso de emancipación popular que han retomado en la última década los gobiernos de Néstor y Cristina. Porque, por esta vía, conseguiremos retomar la confianza perdida por algunos sectores de la sociedad y revertir el panorama negativo de la misma manera que a fines del 2008, cuando luego de las tribulaciones de la conciencia radical de Cobos y su consecuente voto no positivo, se nacionalizara Aerolíneas y se fuera por la estatización de los fondos de las AFJP.

Porque, sobre todo, estas medidas son la punta de lanza para avanzar en el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la lucha mayor y principal hoy en día, cuya sanción abriría un nuevo esquema de distribución, acceso y construcción de la información a partir de la participación de las voces ignoradas por los intereses comerciales privados.

Con este nuevo proceso abierto, estamos demostrando una vez más que la lucha por lo público, por lo nacional y por lo popular no acaba con la aparición de las nuevas caripelas de la derecha y su discurso de excomunión hacia el pasado neoliberal del que son hijos y admiradores. Otra vez, demostramos nuestra vida y vigencia política más allá de las difamaciones de los medios concentrados, hacemos bandera de nuestra lealtad a las convicciones que nos hicieron militantes del y para el pueblo. Y en este esfuerzo que implicará difundir y apoyar la sanción de la nueva ley de medios, demostraremos que aunque quieran asomar cabeza, nosotros frenaremos a los vendedores de sueños y especuladores de la dignidad, defendiendo lo conseguido y avanzando en la construcción de una democracia plena en la que todos estemos contemplados en igualdad de condiciones para poder acceder a vías de comunicación masiva en las cuales el pueblo tenga verdadera libertad de expresión.

sábado, 29 de agosto de 2009

Una reflexión sobre la Ley de Medios (por Ailín Kessel)

Compañeros, amigos, comparto una reflexión.

Hoy, mientras escuchaba a la Presidenta de la Nación anunciar el envío al Congreso del proyecto de una Ley de Medios de la democracia, se me cruzó por la cabeza un informe de la UNESCO que habla sobre medios y democracia.

El informe del que les hablo se empieza a gestar en 1973, en la Cumbre de Países no Alineados, cuando allí se denunció por primera vez la idea del “colonialismo informativo”. El problema era sencillo: ya para ese entonces, el 90% del flujo de información que llegaba a Latinoamérica provenía de 4 grandes trasnacionales ubicadas en Nueva York, Londres y París. Al concepto de libre flujo de información (que más se parecía a la libertad de empresa que la libertad de prensa) comenzaba a oponerse, desde los países no alineados, la idea de un flujo informativo “libre y equilibrado”. En respuesta, la UNESCO creó en 1976 una comisión para investigar y discutir la cuestión de las comunicaciones, planteando la información como un bien social y no como una mercancía.

En 1980 se discutiría en la Comisión General de la UNESCO el “Informe MacBride”, resultado del trabajo de esa comisión, que planteaba, entre otras cosas: “La reivindicación de una democratización de la comunicación tiene múltiples connotaciones, muchas más de las que se suele creer. Comprende evidentemente el suministro de medios más numerosos y más variados a un mayor número de personas, pero no puede reducirse simplemente a unos aspectos cuantitativos y a un suplemento material. Implica un acceso mayor del público a los medios de comunicación existentes; pero el acceso no es sino uno de los aspectos de la democratización. Significa también unas posibilidades mayores –para las naciones, para las fuerzas políticas, las comunidades culturales, las entidades económicas y los grupos sociales- de intercambiar informaciones en un mayor plano de igualdad, sin una dominación de los elementos más débiles y sin discriminación contra nadie. En otras palabras, implica un cambio de perspectiva.”

El objetivo final del informe era proponer un nuevo orden de comunicación, que garantizara el desarrollo humano. Sin embargo, quedó en la nada. Quienes estudiamos comunicación solemos leer este informe en artículos titulados “Recuerdo de lo que no fue”, “A x cantidad de años del Informe que no fue”, “La propuesta que el Primer Mundo se negó a aceptar”, etc.

Hoy, mientras escuchaba a la Presidenta hablar sobre la democratización de los medios, sobre la información como un bien social, como un derecho que debe estar garantizado por la ley, sobre la derogación de una ley de radiodifusión basada en la doctrina de la Seguridad Nacional, creada para callar voces, y no para darles la oportunidad de la expresión, no pude evitar sentir un inmenso orgullo.

Orgullo por ser parte de un pueblo que discutió durante 6 meses un excelente proyecto de ley, para mejorarlo, para enriquecerlo. Orgullo por apoyar un gobierno que elabora una ley que nos da voz, una ley para que hablemos todos. Orgullo por apoyar un gobierno que, comprendiendo la profunda relación entre democracia, medios, acceso a la información y libre expresión, se anima a cambiar la perspectiva. Orgullo de haber escuchado a mi presidenta, y al escucharla, recordar el nombre bellísimo de ese informe que hace casi 30 años ya afirmaba “Un solo mundo, voces múltiples.”

Empecemos por casa: un solo país, voces múltiples.

jueves, 27 de agosto de 2009

Texto completo de la carta de Frank La Rue

(Fuente: Infobae)



Guatemala, agosto 26 de 2009.


Presidenta Constitucional de la

República de Argentina

Señora Cristina Fernandez de Kirchner

Su Despacho

Excelentísima Señora Presidenta:


Tengo el honor de dirigirme a su excelencia, con el propósito de manifestarle mi más profundo reconocimiento al esfuerzo que usted personalmente ha realizado en el desarrollo de la propuesta de Ley sobre Medios Audiovisuales en Argentina.

Como Relator Especial de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Libertad de Opinión y Expresión, me permito reconocer públicamente que esta propuesta de Ley, es un modelo único en el mundo y un ejemplo para todos los demás países, en virtud de que garantiza el acceso de todos los sectores a las frecuencias de la radio y la televisión manteniendo el principio de pluralismo y diversidad en el ejercicio de la libertad de expresión.

El establecimiento de tres segmentos equivalentes de frecuencias comerciales, comunitarias y públicas es un paso avanzado en el ámbito de la legislación sobre telecomunicaciones.

Deseo además felicitarla por el proceso seguido para la elaboración de esta propuesta de Ley, pues pude verificar personalmente en Argentina, que la misma surge del documento de principios propuesto por organizaciones de la Sociedad Civil, y posteriormente fue sometida a consulta popular en todas las regiones del país. Esto también constituye un gran precedente en materia de propuestas legislativas que estoy seguro el Congreso de la República sabrá valorar.

Resaltando esta iniciativa como una de las buenas prácticas que surgen del continente, me permito expresar mis deseos para que el proceso de aprobación de la Ley mantenga el espíritu positivo de la misma.

Reiterando mi compromiso como Relator de brindar a las diferentes instancias del Estado Argentino el acompañamiento técnico que en materia de derechos humanos y de libertad de expresión pueda yo brindar, me suscribo de usted, respetuosamente,


Frank R. La Rue L.

Relator Especial de Naciones Unidas

Sobre el Derecho a la Libertad de Opinión y Expresión


miércoles, 26 de agosto de 2009

Gracias a todos los que firmamos, movilizamos y nos manifestamos en contra de la designación...RENUNCIO EL FINO PALACIOS!

MAURICIO MACRI ANUNCIO LA RENUNCIA DE JORGE “FINO” PALACIOS Y LO SIGUIO ELOGIANDO

Fuente: Página 12

El rostro de Mauricio Macri era un mapa que mostraba las huellas de lo que probablemente fue el peor día de su gestión. Con ojeras marcadas, algo pálido y decaído, anunció la renuncia de Jorge “Fino” Palacios a la jefatura de la Policía Metropolitana. En su lugar, quedará temporalmente su segundo, Osvaldo Chamorro, quien también proviene de la Policía Federal y fue separado de esa fuerza en 2004. El jefe de Gobierno exaltó su dimisión como “un acto de grandeza” y consideró que “todo este tema se ha politizado”, en referencia a los cuestionamientos de los familiares de las víctimas de la AMIA, de la represión del 20 de diciembre de 2001 y de los organismos de derechos humanos. Aunque el líder de PRO pretextó “motivos personales” para la salida de Palacios, la decisión se habría tomado ante un inminente procesamiento del comisario retirado en la causa por encubrimiento al atentado en la mutual judía.
No es la primera marcha atrás que tiene que dar la gestión PRO, pero tal vez es la más grande tras varios meses de defender a Palacios contra todas las críticas que recibió. El comisario retirado había sido cuestionado por la totalidad de la oposición porteña por su involucramiento en la causa AMIA y en la de la represión del 20 de diciembre. También se lo objetó por el libro que escribió sobre El terrorismo en la aldea global, donde asegura que “la Argentina era el teatro de operaciones de los revolucionarios marxistas que sembraron violencia y terror en la ciudadanía” y omite toda mención a los desaparecidos. Sólo dice que hubo un “decrecimiento evidente” de la actividad guerrillera. También deja de lado toda mención a la Shoá en su relato de la Segunda Guerra Mundial y considera que el dengue y el mal de Chagas pueden ser “agentes biológicos” del terrorismo. Montenegro tuvo que responder sobre éste y otros temas en una tormentosa sesión en la Legislatura. Los opositores buscaban los votos para convocar a Palacios a que asistiera a una audiencia pública.
Como publicó este diario, Palacios también fue cuestionado por adquirir un Mercedes Benz en medio de una compra directa de patrulleros para la Policía Metropolitana. Este diario pudo saber que al menos un legislador opositor estaba preparando una denuncia penal por irregularidades en esas compras.
A las presiones externas se habían sumado las internas de la gestión PRO. Varios ministros le pidieron a Macri que separara a Palacios del cargo. Le señalaron que era excesivo el costo político que venían teniendo, que se pudo ver en el último acto por el atentado de la AMIA, pero también en una campaña de recolección de firmas para pedir la renuncia del comisario retirado.
Los rumores de la renuncia de Palacios se habían acrecentado a mediados de la semana pasada. Según contaban en la Legislatura, el jueves habrían tomado la decisión de pedirle la renuncia a raíz de que se enteraron de que el juez Ariel Lijo lo procesaría a comienzos de septiembre. Palacios amenazó con irse denunciando “la falta de apoyo”. Finalmente negociaron un final con elogios. La versión oficial que expuso Macri, por el contrario, es que Palacios los tomó por sorpresa y les presentó su renuncia ayer. Según esta versión, les explicó que su madre de 89 años acababa de ser internada y que no quería ser un obstáculo para la conformación de la nueva policía. “Desde el punto de vista político, estábamos jodidos”, reconoció a Página/12 un funcionario PRO. Otro dejaba un manto de sospecha sobre las causas de la renuncia: “Estos tipos siempre tienen un esqueleto en el armario”.
Lo cierto es que el tembladeral se hizo sentir en el palacio de gobierno, donde hubo reuniones desde temprano. La primera noticia del encuentro entre el ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, y Macri para discutir sobre la renuncia de Palacios la dio, curiosamente, América TV, el canal del que es accionista el dirigente de Unión-PRO Francisco de Narváez. A esa reunión se sumaron rápidamente el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y el secretario general, Marcos Peña, entre otros funcionarios. También cruzaron desde la Legislatura el vicepresidente primero, Diego Santilli, y los legisladores Cristian Ritondo y Martín Borrelli. Tras mucha discusión, convocaron a una conferencia de prensa de apuro (con menos de media hora de anticipación).
Flanqueado por Montenegro y Peña, un demacrado Macri dio la noticia: “Queremos informar que el Fino Palacios presentó la renuncia por razones personales”, aseguró el jefe de Gobierno, quien sostuvo que “fue un gesto de grandeza que lo enaltece. Ha querido no complicar la gestión de gobierno ni entorpecer el nacimiento de algo central para los vecinos, como es la nueva policía”. “No es la policía de Macri, como leo todos los días”, se quejó. Montenegro sostuvo que “en nada influyó el pedido de (el fiscal Alberto) Nisman”.
–¿Y la compra del Mercedes Benz? –preguntó Página/12.
–No –respondió, lacónico, Montenegro.
Macri mostró cierto desconcierto cuando le preguntaron si quien queda a cargo, Chamorro, tiene una causa por un allanamiento a un boliche gay. “Es otro Chamorro”, contestó Montenegro, con reflejos más rápidos, aunque no con menor fastidio. Chamorro ingresó a la Federal en 1977 y llegó al grado de comisario general en 2004, cuando fue separado junto a otros 107 oficiales, como parte de un pase a retiro colectivo dispuesto por el gobierno de Néstor Kirchner. En ese momento, Chamorro estaba al frente del área de Planeamiento. “Sus antecedentes fueron evaluados al momento de designarlo”, se atajó Montenegro.
“Nos tomó de sorpresa este tema. Fue una decisión íntima de Palacios”, insistió Macri, quien se ocupó de remarcar “las cualidades humanas y profesionales” del comisario retirado. “Lamento que haya presentado su renuncia”, dijo, cariacontecido. Cuando le recordaron que en una reunión con los familiares dijo que la salida de Palacios ponía en duda su estabilidad como jefe de Gobierno, Macri contestó: “No entiendo. ¿Me estás pidiendo la renuncia?”. Advirtió que sólo era cuestionado por “algunos” familiares de víctimas de la AMIA. “La polémica no la entendí, por eso ratifiqué a Palacios en el cargo. Solamente fue llamado a indagatoria en una causa. Esto queda como reflexión de lo que pasó acá. No se tuvo en cuenta lo importante de este tema. No lo degrademos en base a agresiones que no tienen sentido. Pero no voy a polemizar”, se refrenó.
Macri se mostró terminante cuando le preguntaron si evaluará ahora ubicar a un civil frente a la nueva fuerza. “Si es policía va a ser mejor que un civil”, sentenció. Y se mostró preocupado por encontrar “a alguien con los pergaminos de Palacios”. O con menos causas judiciales pendientes.

lunes, 24 de agosto de 2009

¡Vamos por una Ley de Servicios Audiovisuales!


(hacé click en la imagen para agrandarla)

y hacé click aquí para descargar el proyecto de ley completo.

martes, 18 de agosto de 2009

Día del Niño en Parque Avellaneda









El 9 de Agosto pasado festejamos, junto con los compañeros del Centro Comunitario Por Venir - La Cámpora y del Centro Político Barrial Ahora o Nunca, el Día del Niño en el Parque Avellaneda.
Participaron casi 150 chicos,¡y hubo juegos, títeres, golosinas y regalitos para todos!

lunes, 17 de agosto de 2009

Liberación y Militancia


Construyendo nuestra propia historia

¿Qué pasa Argentina? ¿Qué pasa que cada vez que arrancamos hacia la construcción de un país más justo, algo nos detiene a medio camino?

¿Qué pasa que desde hace 30 años nuestro pueblo se sigue sometiendo a los intereses de esos pocos que se venden al mejor postor y que viven idolatrando la argentinidad de la riqueza sin trabajo?

¿Qué pasa que no nos rebelamos ante el avasallamiento de aquellos que atentan de mil formas contra los intereses de la nación liberada? Es hora de levantar cabeza Argentina, de arrancar de una vez por todas por el camino de la liberación.

El presente nos exige superar las estructuras impuestas durante décadas a fuerza de dictaduras y altas dosis de neoliberalismo, aquéllas que funcionan a partir del mercado abierto a la dependencia económica y cuya base es la sociedad precarizada, que se dinamizan con el escepticismo político y la ausencia de ideologías. Estructuras que en definitiva consolidaron las ideas del capitalismo importado: el individualismo y la ambición, la mezquindad y la competencia salvaje, el negocio y el consumismo. Esos valores que se ocultan en las recetas de aquellos que nos quieren vender el empobrecimiento nacional en bandeja de plata, haciéndonos creer que la economía debe estar al servicio de quienes se apropian de la ganancia y no de quienes la producen, que denigran lo político a sabiendas de que es una herramienta indispensable para la Emancipación. Des-valores que se han desparramado en la sociedad y han corroído las identidades nacionales, que han destruido al Estado como actor fundamental del cambio y han corrompido a los movimientos populares de nuestra Argentina y Latinoamérica toda, diluyendo a la nada el altruismo de sus dirigentes y la autenticidad de sus organizaciones sindicales y políticas.

El tiempo nos exige más que nunca, nos demanda hoy como jóvenes, a pronunciarnos contra éstas y otras tantas situaciones que son reflejo de las viejas pero siempre reincidentes zonceras jauretcheanas, las cuales hoy han adquirido fuerza de sentido común, volviéndose tan naturales e irrevocables que muchos argentinos no distinguen entre los intereses propios y ajenos. Nos exige actuar en la realidad de nuestro pueblo, acercándonos a sus necesidades y deseos, para a partir de ellos soñar con un mundo mejor. Nos exige acabar con el mediocre asistencialismo barrial para concebir y ejecutar una militancia social con sentido de transformación, que busque ayudar al humilde integrándolo en un colectivo con conciencia nacional y popular, sumando aquellas voluntades dispuestas a brindarse al común sin esperar nada a cambio. Nos exige, en resumen, liberarnos de las modalidades que se han impuesto y reproducido en las últimas décadas, sabiendo que para ello debemos unirnos y militar codo a codo, dando una mano a cada compañero que tenga la intención de modificar la realidad de su barrio, su fábrica, su colegio.

Porque liberación es eso, solidaridad con aquellos con los que compartimos horizontes de justicia social e independencia económica, con los compañeros que luchan por la felicidad de ese pueblo que se esfuerza día a día para ganarse el pan y sostener la dignidad del país. Porque liberación es compromiso con el rumbo elegido, con cada bandera sostenida, con cada acción iniciada, con cada palabra dicha, soportando los avatares y las frustraciones que ello conlleva pero también disfrutando de cada momento que se comparte con un compañero, de cada logro construido a partir del esfuerzo y tiempo dedicado, de cada rato consagrado a la propia formación y al mejoramiento de nuestras personas.

Porque liberación es pensar y construir desde acá, a partir de lo argentino, de forma diferente a las que nos quieren vender los pregoneros de la civilización imperialista, aquella que se encumbra en el primer mundo y que se caracterizó siempre por su violenta relación con países como el nuestro: depredar primero, hacer caridad después y finalmente amurallarse en sus ciudades opulentas para ignorar la pobreza que van dejando en el resto del mundo. Porque liberación es recordar las experiencias de lucha que marcan nuestro pasado y nuestro presente, es entender ese peronismo que aún se mantiene vivo en el actual gobierno, como conciencia y organización del pueblo unido en busca de un destino propio e independiente, otorgándole a cada argentino y argentina la posibilidad de participar en la construcción de los cimientos del desarrollo nacional.

Porque liberación es hacer nuestra propia historia, sin temer las profecías de la nefasta derecha liberal y golpista, que a falta de ejército adoptó a los medios masivos de comunicación como nueva fuerza de choque y propaganda.Siguiendo los pasos de nuestros hermanos latinoamericanos, debemos sostener y avanzar en la defensa de nuestra soberanía nacional y de los intereses populares, aferrándonos a los principios democráticos que nos hacen aún más fuertes, porque somos el pueblo, porque realmente creemos en la participación política de las mayorías, porque somos un movimiento que nunca podrá disolverse. Por ello, hoy debemos unirnos y organizarnos para desbordar los moldes que nos han impuesto con sangre y desaparecidos, desocupación y corrupción, cortes de ruta y desabastecimiento. Porque no nos sometemos a la dependencia, porque no nos resignamos a la realidad existente, nosotros proponemos seguir el camino de la LIBERACION!